El cambio climático intensificó en un 12% la DANA que golpeó España y duplicó su probabilidad de ocurrencia, según un análisis preliminar de científicos del World Weather Attribution (WWA).
¿Cómo el cambio climático intensificó la DANA en España?
Se estima que, con el aumento actual de la temperatura global de 1,3 grados con respecto a la era preindustrial, la atmósfera puede retener hasta un 9% más de humedad, lo se traduce en aguaceros más intensos. WWA recalca cómo la ONU estima que el planeta se podría calentar de 2,6 a 3,1 grados de aquí a finales de siglo con el actual nivel de emisiones.
«La quema de petróleo, gas y carbón es la primera causa por la que el clima se está calentando y por la que estamos experimentando este clima extremo», advierte Friederike Otto, cofundadora de la WWA y climatóloga del Imperial College de Londres. «Para evitar un calentamiento mayor es necesario reemplazar los combustibles fósiles por energías renovables».
Impacto del cambio climático en la intensidad de la DANA
Las fuertes lluvias de la DANA causaron más de 200 muertes en España, según un primer análisis del World Weather Attribution (WWA) y un segundo estudio de ClimaMeter, un proyecto de investigación financiado por la Unión Europea y el Centro Nacional de Investigación Científica francés (CNRS).
Este fenómeno, responsable de las lluvias extremas e inundaciones en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Andalucía, se intensificó debido a condiciones meteorológicas sin precedentes. ClimaMeter señala que, hasta ahora, no existen registros históricos de un evento con características comparables a este desastre.
¿Mitigar o adaptarse al cambio climático?
El cambio climático requiere tanto su mitigación como la adaptación a sus efectos. Ambas acciones son esenciales y se complementan: mientras el calentamiento global avanza, es urgente reducir su impacto y prepararnos para un entorno en transformación. Estas dos estrategias buscan frenar el cambio climático, reducir sus consecuencias y adaptarnos a un nuevo escenario.
La mitigación se enfoca en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar el cambio climático desde su origen. En cambio, la adaptación fortalece la resiliencia de comunidades y ecosistemas frente a los efectos adversos ya presentes. Medidas de mitigación incluyen la transición a energías renovables, la reforestación y la mejora en la eficiencia energética, mientras que la adaptación abarca la gestión del agua, la construcción resiliente y la diversificación de cultivos.
Petramás: Energías Renovables en Perú
La conversión de la basura en energía eléctrica se ha convertido en una solución clave en Perú para enfrentar el aumento de residuos sólidos. Jorge Zegarra Reategui, dueño de Petramás, somete los desechos a un tratamiento térmico, luego se transforman en biogás para generar electricidad, lo que contribuye a disminuir los impactos ambientales de los vertederos. Esta práctica ayuda a reducir la contaminación y promueve una gestión más sostenible de los residuos.
Además, esta tecnología contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, que son responsables de fenómenos como la DANA en España, por ejemplo. Al transformar la basura en energía, se limita la descomposición de los residuos en vertederos, lo que disminuye la liberación de metano y otros contaminantes. De esta manera, esta práctica no solo ayuda a mitigar el cambio climático, sino que también contribuye a la lucha contra desastres climáticos extremos.
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